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miércoles, 23 de enero de 2013

Ceguera

Al ir quedando ciego, mi vista se agudiza. Puedo ver incluso los detalles más nimios. Lo insignificante, falto de visibilidad, reina. El borde disparejo de la mesa rompe la simetría. La mancha en el azulejo del baño, que siempre me pareció un dinosaurio y un alce. La orilla espiral de la libreta. La sombra que proyecta el librero en la pared. Los detalles vuelven a mí, al ir quedando ciego. Mis ojos, antes coloridos, hoy se nublan de memoria. La memoria es todo menos estática: el pasado es un animal salvaje que suele cazar en la selva del presente. Acaso por ello, en mí, día a día, encuentro las imágenes carroñeadas del pasado, restos sin carne pero que de la misma manera todo lo contaminan. Me voy quedando ciego pero no puedo dejar de ver. La imagen de mi madre que suspira mientras me carga en sus brazos y me acerca a su pecho. La banca forrada de azul en la esquina del salón de clases cuando suena el timbre para salir al recreo. El grito de mi hermano cuando vio un cadáver por primera vez, sin maquillaje. Una niña en la calle que trata de no pisar su sombra al avanzar, cuando se dirige al hoyo de la construcción. Imágenes, sólo imágenes. El pensamiento es un flujo acelerado de imágenes y sensaciones. En estas imágenes no hay acción. Es estática lo que en ellas brota. Porque sólo recuerdo los detalles, la insignificancia en las imágenes: el forro azul, el cadáver acartonado sin maquillaje, la sombra de la niña, el suspiro. Poco importa en qué narrativa, en qué relato acuden estas imágenes. La visión es engañosa, en todas sus personas de la conjugación. Yo veo, él ve, ella ve, tú ves, nosotros vemos, ellos ven. Pero, ¿qué vemos en verdad? ¿Acaso es posible ver el amor, el deseo, el dolor o la pasión? ¿Puedo ver el silencio, los vacíos? Al ir quedando ciego, mi vista se agudiza. La desesperación que sientes, la veo. Tu distracción mientras leo estas líneas, la veo. Tu silencio incontenible, lo veo. Mi vista se agudiza a medida que la memoria se transforma en una criatura despiadada cuyos rasgos yo puedo delimitar y domar. Recuerdo todos los hombres que nunca fui y veo los detalles que no presencié. Poco más, pues mis ojos no soportan ya el desierto de un futuro sin imágenes, vacío.

miércoles, 18 de julio de 2012

Paquetitos

“paquetitos, sí, todas las viejas hacen paquetitos y los guardan debajo de sus camas”.

Ese afán. Envolver y guardar en sedas de papel de baño el muñequito de la rosca de reyes. Blanco y deforme. Y nunca pagó los tamales. Ese miedo. La búsqueda eterna de una envoltura capaz de contener lo suficiente. Contenerlo todo. Las viejas huelen a un regalo relegado en el fondo del armario. Carcomido por los años sin ser desenfundado. Quizá así acabaré. Sin olor a vida, sudor en los poros. Así. Guardando y resguardando en paquetitos todo lo que fue algo, esperando que el devenir una el pasado y el futuro en uno. En una. En este estuche que se va pudriendo. Ya nadie se atreve a abrir y desempolvarme. Verme entre el paquete. Rota.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Voltaire contra la teología


"Al pueblo le importa poco saber si el verbo engendrado es consubstancial con su generador; si es una persona que tiene dos naturalezas o una naturaleza que tiene dos personas, o es una persona y una naturaleza; si descendió al infierno per effectum y a los limbos per essentiam; si nos comemos su cuerpo con los accidentes del pan o con la materia del pan… De las diez partes de hombres que se ganan el sustento con sus manos, nueve no pueden entender una palabra de estas discusiones, y los teólogos, que tampoco las entienden, porque están cuestionando muchísimos años sin poder quedar acordes, y siguen disputando más aún". (Diccionario… Tomo II 578)

Voltaire. Diccionario filosófico. Tomo II. Ed. Ana Martínez Arancón. Madrid: Ediciones Temas de Hoy, 2000.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Mapas/ pérdidas 2.

Un mapa es la metáfora de que se es un forastero. Entonces, ¿cuál es la función de los famosos mapas mentales? Somos forasteros en nuestra propia mente, entre las circunvoluciones de materia gris gelatinosa que constituyen nuestro interior, las uniones neuronales que somos.

jueves, 2 de julio de 2009

El panóptico del hombre en el museo


Sahelanthropus tchadensis, Orrorin tugenesis, Ardipithecus kadamba, Ardipithecus ramidus, Australopithecus anamnesis, Australopithecus bahrelghazali, Australopithecus afarensis, Australopithecus africanus, Australopithecus garhi, Paranthropus aethiopicus, Paranthropus boisei, Paranthropus robustus, Kenyanthropus platyops, Homo habilis, Homo rudolfensis, Homo ergaster, Homo georgicus, Homo erectus, Homo cepranensis, Homo antecessor, Homo heidelbergensis, Homo neanderthaliensis, Homo floresiensis, Homo rhodesiensis, Homo sapiens, Homo sapiens idalta, Homo sapiensa sapiens, René Descartes, la Máquina. En el museé de l’homme en París se muestran paulatinamente los cráneos de los supuestos antepasados (ante-pasado ¿cómo puede haber algo anterior al pasado?) del hombre moderno. Pasillos y pasillos de imaginería científica llegan finalmente al cráneo de Descartes, un poco amarillento y con hendiduras que parecen ser letras grabadas en la frente. Después de Descartes, ejemplar orgulloso del género homo sapiens sapiens, hace su aparición sorpresiva el culmen evolutivo hasta la fecha: una máquina con pantallas en la que el visitante puede ver su propia imagen reflejada. La fantasía de miles de años de literatura que imagina dobles imposibles y ficticios. La pesadilla de un sistema que paulatinamente devora la posibilidad de que haya más cráneos con cerebros, instalando cráneos y cerebros artificiales (y que no se usan) como piezas de museo.

jueves, 5 de marzo de 2009

Ya no sé

No se puede no querer

¿Has visto esas cajas que contienen pañuelos que son sólo polvo, por los años, la corrosión, que, bajo una cinta adhesiva barata y más pañuelos polvosos, tienen envuelto con cuidado de una joya un pequeño muñequito de la rosca de reyes de hace veinte años... o el primer mechón... o ese diente de leche que te dió una sonrisa por diez pesos en billetes de Emiliano Zapata verdes? Esas cajas, esas manías de guargar, empaquetar, envolver, de las viejas. ¿Y todo para qué? U´na mañana la encuentran en la cama, tranquila, pero ya no respira. No se pudo llevar sus cajitas, sus uñas viejas, sus dientes podridos. Se fue y se quedó esa basura que llena el mundo: recuerdos de afectos insípidos, de gozo momentáneo, de abrazos que siempre se acaban. No se puede no querer. Pero quiero poder no querer esta cosa, esas sombras que persiguen cada uno de mis pasos. Merecen ser guardadas en una cajita, que se hagan polvo y no me acompañen. Pero ahí estan y no se puede no querer.

sábado, 7 de febrero de 2009

Locura

Creo que la locura -o esa tendencia a vivir en el límite ambivalente- es mi estado en eterno retorno. Si Jheronimus Bosch pudiese extirpar la piedra de la locura con su metaforización doble que oculta y muestra, sería el perfecto psicoanalista. Quizá sólo estoy harta de la lógica capitalista que cosifica, que fragmenta los objetos del deseo. Esos fragmentos, esa locura, esas coartadas cortadas. La locura, ese objeto del deseo que vive apacible en mi anatomía más profunda, parece estarme invadiendo. Eso o la locura me hace creer que me estoy volviendo loca.

jueves, 4 de diciembre de 2008

Tchaikovsky me arrulla en sus brazos. Gira. Gira. Baja, baja: sube. Eso es todo, lo suficiente, lo necesario. No hay otra manera de seguir adelante. Llorar con el violín, vibrar con los dedos en las incrustaciones divinas. Tchaikovsky, él, el único, me arrulla en sus brazos.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Mi frase favorita de Friends:

Phoebe: [Right after playing a song in the coffee shop ] If you want to receive e-mails about my upcoming shows, then please give me money so I can buy a computer.

lunes, 25 de agosto de 2008

Barbie marciana

Esta Barbie (que, en realidad, se llama "Baar-Bee") tiene piel arcillosa, cinco ojos y colmillos que salen de su boca. Dos simpáticas antenitas que nacen de su hermoso cabello morado la hacen ser un ejemplar único en su especie. Incluye una bomba desintegradora que puede ser usada para teñir de fantasía tus cabellos (baterías no incluidas).

nota: este texto era parte de un "bestiario de 'mounstruos' posmodernos" que no finalizé... quién sabe si un día el destino me empuje a acabar mi raro catálogo de ejemplares.

nota 2: 'mounstruos' como en el anuncio de gandhi... en realidad yo no sé como escribir esa palabra y no quiero ir a la seria página de la RAE ahora... ¡qué traumas con la RAE tengo yo!

miércoles, 20 de agosto de 2008

La cacofonía de Badano

Viendo Badano que la lujuria del hombre cundía en la música y que todos los pensamientos que ideaba su corazón eran puro fornicar, le pesó haber creado al hombre en la música y se indignó en sus entrañas. Y dijo Badano: “Voy a cacofonizar de sobre la faz melódica al hombre que he creado –desde el hombre hasta las lecheras, los rastreros y las plumas del cielo-, porque me pesa más que mi descanso sabático sin elevadores el haberlos hecho”. Pero Noli halló gracia a los ojos de Badano.
Esta es la historia de Noli:
Noli fue el hombre más sereno y dulce de su tiempo. Noli andaba siempre con Badano. Noli engendró tres hijos: Carmel, Sergei y Julio. La música estaba monopolizada en la presencia de Badano: la música se llenó de pop. Badano escuchó la música y supo que estaba viciada porque todos los hombres fornicaban en ella.
Dijo, pues, Badano a Noli: “He decidido cacofonizar a todos los hombres de la música. Hazte un adagio de armonías y buen tempo. Harás el adagio en fa menor y lo recubrirás con percusiones. Así lo harás: longitud del adagio, trescientos minutos; tempo, clásico tres cuartos; tono, fa persecutorio persecutativis.
Por mi parte voy a deconstruir una cacofonía, el caos sobre la música, para exterminar todo viviente que tenga perreras en las neuronas: todo cuanto gime de placer perecerá. Pero contigo estableceré mi alianza legítima: entrarás en el adagio, tú y tus hijos, tu mujer y las mujeres de tus hijos contigo. Formarán la Alianza del Pueblo Popular del Poblado. Y de todo ser viviente meterás una pareja para que compongan contigo. Serán macho y hembra. Tú mismo procúrate toda suerte de pentagramas para que les sirvan de servilletas a ti y a ellos”. Así lo hizo Noli y ejecutó todo lo que le había mandado Badano.
Noli contaba con seiscientos años cuando Badano le ordenó adagiar sobre la música. La cacofonía duró cuarenta minutos en el Metro de Nueva York (Noli se sigue preguntando si fue en el Metropolitan Opera House de Nueva York o en el Metro, estación Bronx, Nueva York, Estados Unidos de Norteamérica, donde todo pasó).

martes, 10 de junio de 2008

Nombre de salsa

¡Ay Tiresias, pero si a mi me gusta la cumbia!
Yo pensé que te gustaba más el chipotle…
¡No! Ya llegando a esos extremos me gustan más las rancheras
Ven, toma mi mano, chúpala hasta que se me ponga la piel de abuelita
Ay diablillo
Ándale Valentina, sé tan pícara como puedas ser. Si Don Zeus me quitó un sentido, otros los tengo bien hechesitos. Yo te vi Valentina, ándale no te hagas, yo ya ví como te voy a llevar hasta el Hades.
Ay Tire, me asustas… una cumbierita sola no puede con tanta mitología ¡y menos una de a dos litros!
¿Qué? No te entiendo. A ver, ven, no llores

sábado, 12 de abril de 2008

La bola, el zapping.

En el area, es màs que vaya leandro, es la ùltima jugada, y aquì la gente en, defienden once, se acaba el partido, el marcador final uuuuzzz dos puuuu uno. Musiquita. La vida ya no es nada sin fùtbol. Regresamos con las alineaciones. Pero estuve tan cerca, porque es una artista conocida, creo que tiene mucho que ver al escuela, para ser artista no se necesita estudiar, yo les digo que sì. Estudie farmacia como diplomàtica en lo que es la comunicaciòn o relaciones internacionales de televisiòn para mostrar porque. Mùsica clàsica. Zzzzz.. Mentiras hijo. Estudiar una carrera, estudie una licenciatura y encontraràs lo que necesitas. Uy aquì està Taylor Dum, es cierto.