jueves, 16 de julio de 2009

Abecedario del diccionario de Flaubert

Anoto a continuación una selección abecedárica y salomónica de sentencias de Flaubert en torno a elementos comunes o no tan comunes con su particular humorismo desatado que poco se nota en Madame BoVary... léase Beauvard et Pecuchet

A: Aquiles.- Agregar "el de los pies ligeros": eso permite hacer creer que uno ha leído a Homero.
B: Bostezo.- Hay que decir: "Discúlpeme, no es de aburrimiento sino del estómago".
C: Crítico.- Siempre eminente. Se supone que lo conoce todo, lo sabe todo, lo ha leído y visto todo. Cuando os disgusta, llamarlo Aristarco, o eunuco.
D: Diccionario.- Decir de él: "Esta hecho para los ignorantes".
E: Erección.- Sólo se menciona al hablar de los monumentos.
F: Fulminaciones del Vaticano.- Reírse de ellas.
G: Goddam.- "Es el corazón de la lengua inglesa", como decía Beaumarchais.
H: Hermafrodita.- Provoca la curiosidad malsana. Tratar de verlo.
I: Imbéciles.- Quienes no piensan como uno.
J: Jesuitas.- Tienen algo que ver con todas las revoluciones. Su número es enorme. Nunca mencionar “la batalla de los jesuitas”.
K: Knut.- Palabra que molesta a los rusos.
L: Laureles.- Impiden dormir.
M: Materialismo.- Pronunciar esta palabra con horror, destacando cada sílaba.
N: Novelas.- Pervierten a las masas. Resultan menos inmorales en folletín que en libro. Solamente se pueden tolerar las novelas históricas porque enseñan historia. Algunas novelas parecen escritas con la punta de un escalpelo, y otras parecen descansar en la punta de una aguja.
O: Optimista.- Equivalente a imbécil.
P: Paganini.- Nunca afinaba su violín. Célebre por la longitud de sus dedos.
Q: Queso.- Citar el aforismo de Brillat-Savarin: "Una comida sin queso a los postres es una mujer hermosa a quien le falta un ojo".
R: Rostro.- Espejo del alma. Por lo tanto, hay personas que deben tener el alma bien fea. Un rostro agradable es el más seguro de los pasaportes.
S: Sabihonda.- Término despectivo para designar a toda mujer que se interese por las cosas intelectuales. Citar favorablemente a Molière: "Cuando la capacidad de su espíritu se alza... etc.
T: Tierra.- Hay que decir los cuatro rincones de la Tierra, porque es redonda.
U: Ucase.- Hay que llamar úcase a todo decreto autoritario, eso molesta al gobierno.
V: Vientre.- Decir abdomen cuando hay damas.
W: Wagner.- Cuando se escucha hablar de él hay que hacer bromas sobre la música del futuro.
...
Z: Zuecos.- Un hombre rico cuyos comienzos fueron difíciles, siempre
llegó a París por primera vez en zuecos.

miércoles, 15 de julio de 2009

Un juego tentador

(texto de hace un año aprox.)

Nunca me ha gustado que me veas así. De izquierda a derecha. Línea a línea. No soporto que pasen los impulsos eléctricos para que entiendas lo que escribo. Todo orden es subversivo y como tal debe ser legalizado. El papel que contiene las reglas del lenguaje, de nuestra sociedad. Una gota de baba se me escapa. Lo palpo hasta sentir sus granitos de polvo: ha tomado demasiados chocolates. Se me antoja un chocolate caliente, como aquellos que solíamos tomar a la salida de Reino Aventura, después de cuarenta caídas en el splash y veinte más en las aguas salvajes. Lo mejor era que te tocara del lado de la cascadita, fría, olor a calcetín sudado y mojado. Paso un dedo suavemente por encima, llego a formar una espiral cuando quito el paso del tiempo. Una lágrima. El vino de frutas está hirviendo en la olla. Imponente, esa tumba asesina guarda miles de rostros perdidos en el anonimato. Víctimas de la violencia desmedida, el mal diabólico, nunca radical, que azota al ganado. ¿Por qué mascas el chicle con la boca abierta? Eso es de mal gusto.

La mejor estrategia es comprar primero las calles baratas y ponerles hoteles para ir matando al rival mientras él compra una o dos casitas de las caras en sus calles. Quien sabe por qué, pero Latinoamérica es la primera cuadra. Lo que no es muy necesario es comprar las líneas aéreas (europea, americana, africana, asiática), aunque si se tiene la oportunidad, es preferible por si se llega a necesitar el dinero de la hipoteca.

jueves, 2 de julio de 2009

El panóptico del hombre en el museo


Sahelanthropus tchadensis, Orrorin tugenesis, Ardipithecus kadamba, Ardipithecus ramidus, Australopithecus anamnesis, Australopithecus bahrelghazali, Australopithecus afarensis, Australopithecus africanus, Australopithecus garhi, Paranthropus aethiopicus, Paranthropus boisei, Paranthropus robustus, Kenyanthropus platyops, Homo habilis, Homo rudolfensis, Homo ergaster, Homo georgicus, Homo erectus, Homo cepranensis, Homo antecessor, Homo heidelbergensis, Homo neanderthaliensis, Homo floresiensis, Homo rhodesiensis, Homo sapiens, Homo sapiens idalta, Homo sapiensa sapiens, René Descartes, la Máquina. En el museé de l’homme en París se muestran paulatinamente los cráneos de los supuestos antepasados (ante-pasado ¿cómo puede haber algo anterior al pasado?) del hombre moderno. Pasillos y pasillos de imaginería científica llegan finalmente al cráneo de Descartes, un poco amarillento y con hendiduras que parecen ser letras grabadas en la frente. Después de Descartes, ejemplar orgulloso del género homo sapiens sapiens, hace su aparición sorpresiva el culmen evolutivo hasta la fecha: una máquina con pantallas en la que el visitante puede ver su propia imagen reflejada. La fantasía de miles de años de literatura que imagina dobles imposibles y ficticios. La pesadilla de un sistema que paulatinamente devora la posibilidad de que haya más cráneos con cerebros, instalando cráneos y cerebros artificiales (y que no se usan) como piezas de museo.